Buscar

FINDING... Un trocito de Costa da Morte

findingalicia
11 ago 2015
2 Min. de lectura

Nuestro viaje, pensado para una jornada en Costa da Morte, comienza en el punto más septentrional, 'La villa de la vida en la costa de la muerte'. Las casas de colores de Malpica conforman, junto con las chalanas que bambolean en el agua, un decorado que recrea el típico puerto marinero gallego. Disfruta del olor a mar y de sus gentes y no marches sin entrar en la Casa del Pescador: la cofradía alberga cuadros del pintor surrealista coruñés Urbano Lugrís inspirados en el mar...

Al atravesar la península en la que se asienta Malpica llegaremos a la playa de Area Maior, con vistas al monte de San Adrián y las Sisargas, un archipiélago formado por tres islas repletas de leyendas. Precisamente desde este monte, al que se puede subir en coche, tendrás la mejor panorámica tanto del pueblo como de estas islas.

Bajando la ladera hallarás la ermita dedicada a este santo, a quien se le atribuye haber librado la comarca de una plaga de serpientes: con sólo pisar una de ellas, el resto se convirtieron en piedra o se tiraron al mar. Con la marea baja, cerca de la playa de Seaia, es posible apreciar la marca de su pisada. Además, muy cerca de la ermita encontrarás una fuente con propiedades curativas para la piel.

Ahora nos dirigiremos a Ponteceso, la villa del escritor Eduardo Pondal. Como ni que decir tiene que estamos en tierra de marisco, no dudes en hacer una pausa en cualquier momento para darte un homenaje.

Si te acercas a Punta Roncudo, famoso por sus percebes, te encontrarás las Cruces de Ribeira, en recuerdo de los marineros desaparecidos. Entre las playas más conocidas de la zona están Niñóns y Balarés -esta ultima albergó una mina de titanio-. La aldea de Corme, con sus casas de colores, te robará el corazón; y no te marches sin apreciar la vista desde el Monte Branco del puente sobre el río Anllóns.

Siguiendo la ruta, en Cabana de Bergantiños encontrarás uno de los monumentos megalíticos mejor conservados de Galicia, el dolmen de Dombate; y, como ya se acerca la noche, te proponemos poner punto y final a la jornada con un paseo por el puerto de Laxe y una visita a la playa y las dunas de Traba.